7 de Abril 2004

MANFRED

De pequeña, recuerdo que cuando oía el típico dicho de “Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro” pensaba, “ y que carajo tendrá que ver aquí el perro de nadie?”. No sé, supongo que no entendía que tenia que ver una cosa con la otra.

Pasaron los años, y empecé a conocer a los hombres, y mientras los iba conociendo y me iban desgarrando mi auto estima, mi orgullo, mi corazón, mi alma, mi vida, apareció también un personajillo muy especial. MANFRED. Manfred es mi enano, cabezón, cabronazo, mimado, tozudo, insoportable, cariñoso, interesado, adorable perro. He tenido otros animales en mi vida, pero ninguno como él. Tengo problemas con mis reglas, son terriblemente dolorosas. Él, supongo que (como muchos animales) dotado de una sensibilidad de la que la mayoría de la humanidad carece, lo sabe, y se me pone encima, justo a la altura de los ovarios, me da calor, y se me pasa el dolor. David es una persona muy especial en mi vida y tiene epilepsia, gracias a los cuidados y a la medicina, los ataques han ido a menos, y ahora son prácticamente nulos, pero cuando no lo eran, recuerdo una vez que yo estaba en la cocina preparando la cena, y David estaba en el salón. Manfred vino corriendo a la cocina y me empezó a llorar y a ir donde estaba David, como yo no me movía, porque no entendía nada (creía que estaba jugando), no le hice caso. Pero él volvió otra vez a la cocina llorando y volvía a ir corriendo hacia donde estaba David. Fui hacia allí le pregunté a David si estaba bien, me dijo que sí. Y de repente quedó inconsciente y le dio un ataque, y Manfred no se apartó de su lado mientras le daba el ataque. Los ataques de epilepsia producen una reacción química en el cerebro, y esa reacción genera un olor que algunos perros, que no todos, son capaces de notar. A parte, también he de agradecerle, el hecho de que por causas familiares, yo era muy agresiva, dicen que la gente que ha sufrido violencia, genera violencia. Dejé de serlo, desde que cuando era cachorro me miraba con miedo, y se me hizo pis encima. Lejos de violentarme más, lo que consiguió es que me desplomara llorando y dándome cuenta que sí seguía así me iba a convertir en lo que tanto había odiado y temido. Y mientras lloraba y me daba cuenta de todas estas cosas, el me daba lametazos por toda la cara, como intentando secar las lagrimas, o despojarme de la piel de ogro en la que me había enfundado. Desde ese día, todo cambió, ya no me mira con miedo, más bien me mira con recochineo, porque hace lo que le sale del hocico sabiendo que al nene de la casa nadie le va a decir nada. Como le vas a decir algo a un enano que sin (supuestamente) ser inteligente, entiende los sentimientos, los dolores o las crisis de la gente, que no te juzga, que te acepta tal y como eres, que hagas lo que hagas le va a parecer que es lo mejor que podrías haber hecho y que por supuesto eres la mejor persona que conoce y no te cambiaría por nada de este mundo e intenta ayudar como puede, con su cariño, sus ojos y sus lametazos en toda la cara para que te despiertes. No habla, pero no lo necesito. Para eso ya están los políticos, para hablar sin decir nada.


Él ha estado enfermito. Tiene hernia discal, y ha tenido hernia perianal. De la segunda hernia ha estado operado, y todo salió bien. De la del disco no, ya que la operación es muy peligrosa. Le dieron anti inflamatorios, y me dijeron que lo tenia que llevar en brazos a la calle. Y así lo hice. Me he gastado una cantidad de pasta en el veterinario, que con todo eso, ya tendría casi pagado el crédito. Pero a mi me da igual, me gasto lo que sea necesario. Soy consciente de que si hubiera caído en otra familia ya estaría muerto, no interesa un perro así. De hecho, hay gente que me a dicho que no lo entienden. A mi me da igual. Mi dinero me lo gasto en lo que quiero. Y quiero mucho a mi perro. Cuando volví al veterinario, me dijo que si se lo hubieran contado no se lo hubiera creído. El perro esta cojonudo. Ya no le duele nada. Se iba a quedar paralítico y ahora resulta que puede incluso correr!
A Manfred y a Nelson,(su hermano), los cogimos porque si no lo hacíamos los iban a sacrificar. SACRIFICAR! Lo que se pierde la gente!!!

Ahora cuando no me van bien las cosas es inevitable pensar que “Cuanto más conozco a los hombres mas quiero a mi perro”. Y me parece que esa frase la inventé yo.

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<__trans phrase="Posted by"> Jane DiFranco <__trans phrase="at"> 2:43 PM | <__trans phrase="Comments"> (8)